VEJEZ
1. Prevejez: de los 55 a 65 años
La prevejez es la etapa previa a la vejez, en la que ciertas funciones corporales verán mermadas, en mayor o menor medida, sus capacidades para continuar trabajando como habían venido haciéndolo antes.
Los cambios físicos en la prevejez
En esta fase es habitual que los patrones de sueño se vean alterados y que se produzca una reducción importante en el número de horas que el cuerpo necesita para dormir. A su vez, es frecuente la aparición de alteraciones en la retención de grasas y que realicemos la digestión de manera más lenta y nos cueste más realizarla. Por lo que a la masa muscular se refiere, esta tiende a atrofiarse de forma significativa.En el caso de las mujeres, la prevejez tiende a iniciarse con el fin de la menopausia, que genera una serie de alteraciones hormonales que tienen un notable efecto sobre la fisiología de la mujer. Con el aumento de la esperanza de vida, también debemos tener en cuenta el incremento del número personas con enfermedades crónicas. Es a partir de los 65 años cuando empiezan a aparecer este tipo de enfermedades que propician el aumento del nivel de fragilidad y la pérdida de independencia del individuo.
2. Vejez: 65 a 79 años
La vejez en sí, es esa etapa de la vida en la que se asienta tanto el debilitamiento de las funciones biológicas. Aparecen problemas de tipo postural y un debilitamiento de los huesos que puede generar dolor o que no se puedan realizar grandes esfuerzos físicos. Se suman problemas de carácter digestivo. En numerosos casos se acentúan y asciende el riesgo de padecer varios tipos de cáncer. A ello debemos sumarle el que experimentemos una merma tanto de la visión como de la audición que suelen resentirse con el paso de los años.
3. Ancianidad: de los 80 años en adelante
La ancianidad representa la última etapa de la vejez y comporta un cambio significativo en la evolución de la degeneración física.
En esta fase las alteraciones posturales y la fragilidad de huesos y articulaciones se acentúan, lo cual puede llevar a reducir significativamente la autonomía de las personas. El resto de problemas de salud también siguen su progresión, haciéndose sensiblemente más frecuentes en esta fase.
Las causas de la pérdida de independencia en una persona se dan por una suma de factores. Son muchas las causas que pueden llevar a alguien a la dependencia de otras personas por el deterioro físico y progresivo provocado por el envejecimiento natural de nuestros cuerpos y la falta o pérdida de autonomía física y emocional. De la emocional hablaremos en otro artículo dedicado solo a ésta. Pero en lo que a degeneración física en la vejez se refiere, este es un resumen de los puntos más destacados a tener en cuenta que se irán dando progresivamente
Algunas de las funciones corporales que lo manifestarán son:
- Incapacidad para comer sin ayuda
- Dificultades para moverse y desplazarse
- Pérdida de seguir una rutina en el aseo y la higiene
- No poder uno vestirse correctamente por sí mismo
- Pérdidas de orina o de heces
- Limitaciones sensoriales como de vista y oído
- Consumo de fármacos y los efectos secundarios que pueden producir: confusión, deterioro cognitivo, sedación o hipotensión ortostática.
Para concluir, recordemos que algunas degeneraciones físicas surgen o se agravan con el abandono y la inacción por la creencia limitante que no hay nada que hacer para mejorar la situación o dolencia. Y que a veces también nos acomodamos en el malestar para no tener que hacer cambios que a medio plazo nos beneficien.
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